Test sobre el casco Crazy Safety, un casco divertido que gusta a los niños
Compré el casco Crazy Safety de tiburón para mi hija de 4 años y medio. Había llegado el momento de que aprendiera a montar en bici sin los ruedines, y pensé que qué mejor manera de que se sintiera cómoda que con un casco bonito y fuera de lo común. La verdad es que no tenía ninguna duda sobre el atractivo del casco, pero tenía ganas de ver qué tal funcionaba en la práctica. Empecemos con el test.
Recepción y ajuste del casco infantil Crazy Safety
El producto se entrega con instrucciones sobre cómo ajustar la rueda y las correas, el uso y el mantenimiento del casco. El manual también explica cómo se debe colocar el casco y cuáles son las normas de seguridad europeas.
El casco de tiburón rosa que compré para mi hija es apto para contornos de cabeza que van desde 49 cm hasta 55 cm. El ajuste del dial no podría ser más sencillo. Una vez que haya colocado el casco en la cabeza de su hijo, con la perilla aflojada al máximo, simplemente basta con ir girándola hacia la derecha hasta dejarla ajustada sobre la cabeza del niño. Las correas son igual de fáciles de ajustar. Por último, verifique con su hijo que el casco no esté ni demasiado apretado ni demasiado suelto. Para asegurarme de que el casco estaba bien colocado, seguí los consejos del tutorial sobre cómo ponerse un casco de bicicleta.
El LED en la rueda de ajuste es realmente atractivo. Además de generar una potente luz roja, ofrece tres modos. Cuando se presiona el botón una vez (¡después de quitar la pestaña!), el LED emite una luz continua. Si le pulsamos una segunda vez, la luz parpadea. Y en el tercer modo, la luz se mueve de izquierda a derecha.
La espuma interior proporciona una buena protección alrededor del contorno y en la parte delantera del casco para evitar cualquier marca en la frente, y se desmonta fácilmente con cierres de velcro.
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Veredicto de la prueba de campo: «Me encanta mi casco de tiburón»
Mi hija quiso probarse el casco en cuanto se lo enseñé, lo que no había sido el caso con el anterior casco; un Abus muy bonito, pero que era, de todos modos, menos original. El color y el relieve del casco le llamaron la atención de inmediato. Una vez montada y equipada correctamente sobre su bicicleta Peugeot, llegó el momento de ir al parque para llevar a cabo el test sobre el casco de niño Crazy Safety.
Y sobre el terreno, mi idea de adquirir un casco original dio efectivamente sus frutos. Mi hija estaba aprendiendo a montar en bici sin ruedines y estaba un poco nerviosa por si sufría una caía. Pero creo que el hecho de llevar casco influyó para que estuviera más tranquila. En ningún momento me pidió que se lo quitara.
En términos de confort, el casco dio la sensación de que no le molestara en ningún momento, incluso después de haber estado montando en la bicicleta durante bastante rato. Es muy ligero, 290 gramos según las instrucciones. Sin duda, la espuma interior ha contribuido a su comodidad. Las seis ranuras de ventilación son grandes y ocupan la parte delantera, superior y trasera del casco. Mi hija no terminó con el pelo empapado en sudor, a pesar del calor que hacía. Tampoco le quedaron marcas en la frente.
El casco de tiburón no sufrió ningún golpe, pero sí que cogió algo de suciedad por el roce aquí y allá. Seguí las instrucciones de cuidado: paño suave, agua y un poco de jabón. Las marcas han desaparecido en un 90%. Sin embargo, aún no he tenido ocasión de limpiar la espuma del interior.
Conclusión del test llevado a cabo sobre el casco infantil Crazy Safety
En resumen, nuestro test del casco de la marca Crazy Safety fue un éxito. Muy buen producto; la niña está realmente guapa con él. Mi hija ya ni siquiera se acuerda de su otro casco. Durante nuestros paseos en bicicleta, incluso me dijo «Me encanta mi casco de tiburón«. Y se lo enseñó orgullosa a sus amigas. Una madre me preguntó dónde lo había comprado y noté bastantes miradas de los transeúntes en el parque.
La única pega que he podido apreciar es que, en la práctica, el LED a veces queda oculto por la parte inferior del casco. No sé si es por un mal ajuste por mi parte o por la pequeña cabeza de mi hija que hace que el casco “caiga” un poco por atrás.
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