Turismo ecológico, la bicicleta como solución para preservar los destinos turísticos
En un momento en el que somos cada vez más conscientes de las cuestiones medioambientales, es el momento de pensar en darle un giro a nuestras vacaciones. De hecho, están surgiendo algunas soluciones para preservar los destinos turísticos. Pero ¿qué pasa con la bicicleta? Cada año, más personas utilizan los carriles bici, especialmente para sus desplazamientos diarios. Utilizar la bicicleta, un modo de desplazamiento económico y ecológico, también podría formar parte de nuestras vacaciones. Más aún, si ayuda a preservar los destinos turísticos, entonces, ¿la bicicleta es un aliado del turismo ecológico?
¿La bicicleta realmente ayuda a preservar los destinos turísticos?
La bicicleta, el medio de transporte ecológico por excelencia, te permite viajar sin utilizar combustibles fósiles y sin producir gases de efecto invernadero. Utilizada ya a diario por sus buenos resultados medioambientales, la bicicleta podría, este año, encontrar un lugar en nuestras vacaciones.
Además, para combinar negocios con placer, cada vez más comunidades turísticas se implican para hacer accesible esta práctica.
La bicicleta como solución para viajar de forma diferente
Más allá de tener un efecto positivo sobre nuestra salud, la bicicleta ofrece una nueva forma de viajar. En realidad, se trata de retroceder un poco, lejos del uso masivo y desmedido de otros medios de transporte.
Para preservar las zonas turísticas, la bicicleta ofrece varias soluciones.
Inicialmente, la bicicleta se posiciona como un medio de transporte alternativo que permite «dejar» el coche durante las vacaciones. La bicicleta se ha convertido en un medio para ir de compras, ir de paseo, a la playa… todo lo que hacemos en vacaciones. Lejos del ajetreo diario, la calma de las vacaciones te ayuda a probar este nuevo hábito.
De hecho, favorecer la bicicleta durante tus vacaciones también ofrece tiempo. Por supuesto, no podemos planificar viajes muy largos en bicicleta. Sin embargo, es una invitación a viajar más libremente. Esto elimina la necesidad de reservar viajes y repostar combustible.
Además, viajar 100% en bicicleta es una solución elegida cada año por muchos viajeros. En familia con niños, o solo, siguiendo una de las 17 rutas de EuroVélo o haciendo un circuito cerca de casa, viajar en bicicleta es una forma ecológica y dinámica de explorar y descubrir.
Vacaciones acordes con las cuestiones medioambientales
Mucho más que una forma diferente de viajar, la bicicleta es una forma de satisfacer las necesidades de cambiar nuestro estilo de vida, cruciales ante la crisis climática.
Viajar en bicicleta o utilizar la bicicleta en tu lugar de vacaciones te permite descontaminar físicamente el espacio. Al reducir el uso del coche, los destinos turísticos recuperan cierto encanto natural. Esta alternativa también facilita alejarse del turismo de masas y sus excesos.
Además, el cicloturismo genera múltiples beneficios indirectos, como un uso más frecuente del tren. En concreto, se trata de un nuevo buen hábito que nos permite viajar minimizando nuestra huella de carbono gracias a los medios de transporte ecológicos.
Por otro lado, gracias a este modo de transporte, es más fácil integrarse a nivel local. Se facilita la comunicación, el intercambio y el descubrimiento.
Cicloturismo, una nueva era del turismo ecológico
El turismo ecológico, también llamado turismo sostenible, verde y ecoturismo, es una forma de viaje centrada en el respeto al medio ambiente, el descubrimiento y la protección de la naturaleza. El ciclismo es una parte fundamental de este turismo verde.
Turismo ecológico en bicicleta para admirar y proteger la fauna y flora local
Moviéndonos y viajando en bicicleta, nuestras vacaciones van a ser más lentas. Esta lentitud es más que propicia para observar lo que nos rodea. Naturaleza, patrimonio, arquitectura, en bicicleta, tenemos tiempo para mirarlo todo y admirar cada punto de interés sin necesidad de parar.
Además, las rutas ciclistas suelen seguir carriles bici y carriles reservados que atraviesan el corazón de los lugares más bellos de cada región. Lo cual rara vez ocurre con otros medios de transporte.
Además, con la aparición del cicloturismo, las infraestructuras turísticas son cada vez más sensibles a esta práctica. Ya sea la etiqueta Accueil Vélo en las rutas ciclistas o las empresas de alquiler de bicicletas, la oferta sigue creciendo. La protección de los destinos turísticos pasa a estar al alcance de todos.
El cicloturismo también tiene la ventaja de acercarte más fácilmente a los demás. De hecho, esta forma de viajar aumenta el turismo local. Como es normal, los ciclistas consumen más en la carretera o cerca de los campings. Así, a nivel local, la economía de la región se ve impulsada gracias a los beneficios económicos de la práctica. Esto conlleva un buen aprovechamiento y rentabilización de las infraestructuras creadas.
El ciclismo, como herramienta de turismo ecológico, es un compromiso beneficioso para todos, tanto para los turistas como para los lugares turísticos. El deseo de viajar en bicicleta da como resultado infraestructuras que atraen cada vez a más cicloturistas.
Buenas prácticas en nuestro territorio
Sin embargo, sigue siendo necesario respetar ciertas normas para que el cicloturismo se desarrolle sin efectos negativos sobre la fauna y la flora de la zona.
Aunque la práctica está aumentando, el ciclismo sigue siendo una actividad relativamente peligrosa. De hecho, tanto si circulas por carriles bici como si no, el espacio se comparte con otros usuarios. Por tanto, es importante respetar el nivel de todos adoptando una actitud amable.
Además, y aunque sea evidente, seamos todos cívicos.
Al montar en bicicleta debemos respetar la naturaleza, sin dejar rastro de nuestro paso. Lo mejor es llevar nuestros desechos con nosotros hasta que encontramos una papelera o contenedor de basura. Aunque sean biodegradables o de origen natural, es preferible no dejar ningún residuo en la naturaleza. Estos podrían alterar todo un ecosistema.
También debemos respetar las instrucciones y prohibiciones. Algunos senderos pueden estar cerrados por riesgos naturales o por decisión municipal. Estos cierres deben respetarse por nuestra seguridad, así como por la protección de la zona.
Finalmente, es crucial respetar la propiedad privada. Parece obvio no aventurarse en un campo ni recoger frutos de un huerto. Estas prácticas irrespetuosas pueden incitar a los propietarios a negarnos circular por una ruta ciclista cercana a su propiedad.
Además, las nociones de compartir y promocionar son importantes. Al compartir los descubrimientos turísticos realizados mientras vamos en bicicleta, potencialmente animamos a otras personas a elegir este modo de viajar –y sus buenas prácticas– para sus próximas vacaciones; para combinar ciclismo y turismo ecológico.