Mantener limpia la transmisión de la bicicleta: cadena, piñones, desviador y cambio
La limpieza de la transmisión de la bicicleta es fundamental para su correcto mantenimiento. Con el paso del tiempo, el polvo, la arena y el barro obstruyen la cadena y se aloja entre los piñones y los platos. La acumulación de esta suciedad va disminuyendo la eficacia de la transmisión al tiempo que la desgasta prematuramente. En este post te mostramos en cuatro pasos la forma correcta de limpiar la transmisión de la bicicleta, ¡sin olvidar lubricarla!
Paso 1: Desengrasar para limpiar la transmisión de la bicicleta
Coloque la bicicleta en un caballete o soporte de taller para facilitar la limpieza de la transmisión. Aplique desengrasante para eliminar los residuos y suciedad acumulada. Atención, evita salpicar con el desengrasante las llantas y los discos de freno de tu bicicleta.
Dejar actuar el desengrasante durante 5 minutos aproximadamente, luego retirar la suciedad con ayuda de cepillos y trapos. El objetivo es limpiar todo hasta el más mínimo rincón. Comience quitando la suciedad incrustada en la transmisión con un cepillo grande.
- Para piñones y platos: haga girar los piñones y limpie la suciedad a fondo con un cepillo estrecho. Para limpiar mejor los piñones, puede desmontar la rueda trasera, o incluso desmontar el cassette o la rueda libre. Algunos cassettes se pueden desmontar parcialmente, lo que permite y facilita la limpieza a fondo de cada piñón por serparado.
- Para el desviador y los cambios: cepillar las uniones y piezas articulables. Las limpieza de las roldanas o rulinas del cambio es muy importante porque suele ser una zona donde se acumula suciedad. De nuevo, no dudes en quitar la roldanas de vez en cuando para una limpieza más a fondo. Montar y desmontar las roldanas es una operación bastante sencilla. Esto nos va permitir de paso volver a engrasar el eje de las roldanas antes de volver a montarlas.
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Paso 2: Limpiar la cadena
Existen dos métodos para limpiar la cadena de la bicicleta:
- La solución más económica: rociar la cadena con desengrasante antes de restregarla con un cepillo por todos los eslabones.
- Aún más fácil: usar un limpia cadenas. Que hará el trabajo por nosotros. Introducimos la cadena en la máquina, donde podemos depositar el desengrasante y los cepillos giratorios de los que consta la máquina serán los encargados de limpiar la cadena de forma eficiente, ¡sin mancharte las manos! Se trata de un «gadget», pero muy práctico. Simplemente hay que colocar la cadena en la caja y activar el pedaleo.
Para limpiar la transmisión de la bicicleta y rellenar el limpia cadenas, podemos usar un líquido desengrasante específico para bicicletas, pero también podemos usar productos genéricos como el gas-oil, aguarrás o incluso lavavajillas. Hay que tener especial cuidado porque algunos de estos productos como el aguarrás son muy efectivos pero dejan la cadena completamente seca, sin ninguna película protectora, y esto puede terminar oxidando la cadena si no la lubricamos de manera inmediata.
Consejo: Evite en la medida de lo posible los productos «todo en uno» que garantizan desengrasar y lubricar al mismo tiempo. De hecho, estas son dos propiedades contradictorias: un buen desengrasante no puede lubricar adecuadamente la cadena y viceversa.
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Paso 3: Usar un trapo para finalizar de limpiar la transmisión de la bicicleta
¿Todo correcto, has dejado que el desengrasante actúe y has terminado de fregar la transmisión? Ahora elimine los restos de suciedad y el desengrasante antes de comenzar a lubricar la transmisión. Si limpiamos la bicicleta al completo, podemos usar un chorro de agua o una esponja para enjuagarla.
Llegados a este paso, puede ocurrir que aún encontremos restos de suciedad que han resistido el proceso de limpieza. Esto suele suceder cuando la transmisión de la bicicleta está muy sucia y no se ha limpiado durante un largo periodo de tiempo. En este caso, tendremos que volver al paso 1 y ser aún más meticulosos, ¡terminarás superándolo!.
En cualquier caso, no continúe con el siguiente paso hasta que toda la transmisión esté correctamente limpia. ¡Lubricar una transmisión aún sucia es la mejor manera de aumentar y facilitar la acumulación de suciedad!
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Paso 4: Lubricar la transmisión
Una vez finalizado el proceso de secado de nuestra bicicleta, y está perfectamente limpia, pasaremos a lubricar la transmisión. Lubrique la cadena de la bicicleta con un aceite especial para cadenas: aplícalo sobre los eslabones gota a gota mientras giramos lentamente las bielas. ¡No es necesario poner demasiado!.
Ahora lubrique los cambios, en especial los piñones, las roldanas y las articulaciones. Para que el aceite se introduzca eficazmente, haga girar los pedales y cambie de marchas.
Consejo: Use lubricante en spray para el cuerpo del cambio, permite una mejor penetración al lubricar las articulaciones. Sin embargo, es preferible quitar la rueda trasera antes de usar un lubricante en aerosol, para evitar alcanzar la llanta o el disco de freno, el cual podríamos contaminar, y ello daría lugar a que la frenada no fuera eficiente.
Por último retire el exceso de aceite con un paño limpio, especialmente la cadena. Lo importante es que el lubricante haya penetrado en el interior de cada eslabón. En el exterior, siempre quedará una fina capa de aceite que será suficiente para protegerla de la oxidación. Este pequeño truco evitará que manchemos los pantalones con la cadena en los siguientes paseos en bicicleta.
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Listo, hemos finalizado de limpiar la transmisión de la bicicleta. ¡Todo lo que tenemos que hacer es volver al asfalto y disfrutar de una transmisión más silenciosa y eficiente¡