Cómo evitar el robo de bicicletas: consejos para evitar el robo
El ciclismo ha aumentado considerablemente en nuestras ciudades. En las calles, el número de bicicletas aumenta día a día… Y con ello el riesgo de robo. Tan pronto como haya bicicletas en la zona, siempre habrá algunos malintencionados tentados a robarla. Todo ciclista, novato o experimentado, se enfrenta constantemente a esta lacra y al miedo de no encontrar nunca tu bicicleta. Entonces, ¿cómo evitar que te roben tu bicicleta? Nuestros consejos para evitar el robo de bicicletas.
El robo de bicicletas, un deporte nacional
Según las estadísticas, cada año se roban en España entre 85000 y 100000 bicicletas. Casi la mitad de los robos se producen en locales privados cerrados. También observamos un aumento de los hurtos cuando vuelve el buen tiempo, entre abril y julio. Sin embargo, muy pocas bicicletas son encontradas por sus propietarios, quienes a menudo quedan resignados.
Sin embargo, con algunos buenos reflejos se podrían evitar muchos robos. De hecho, la mayoría de las bicicletas robadas desaparecen porque están mal aseguradas (si es que están aseguradas) o porque tienen candados de mala calidad.
Veamos algunos fundamentos para evitar que nos roben la bici
1. Elegir un buen candado de bicicleta
El error más común al empezar a utilizar la bicicleta en el día a día es comprar un candado barato. Considerado como un accesorio secundario, podemos sentirnos tentados a comprar un cable sencillo, económico, ligero y fácil de transportar. Sin embargo, un dispositivo antirrobo defectuoso suele ser la causa del robo.
Se recomienda optar por un candado más pesado, como un candado en forma de “U” o un candado plegable, que son mucho más difíciles de cortar o abrir. También tendrás que buscar un candado que sea lo suficientemente largo como para poder fijarlo a un punto fijo. Para mayor seguridad, existen modelos de candado en U o plegables también equipados con alarma. Cuando se mueve el candado durante demasiado tiempo, suena la alarma y, por lo general, disuade al ladrón de seguir intentándolo. Por tanto, conviene evitar candados flexibles, más prácticos pero más vulnerables a las tenazas enemigas. Tampoco es descabellado equiparse con dos dispositivos antirrobo. Con dos puntos de fijación, los ladrones con prisa no van a intentarlo.
Si no entiendes mucho de todos estos detalles técnicos, el precio también puede ser un buen indicador. No te apresures a comprar el primer candado que encuentres. Conviene evitar candados que cuesten menos de 30 euros. Ten en cuenta este ratio: debes invertir al menos el 10% del precio de la bicicleta en un candado. Así que no escatimes en este equipamiento tan imprescindible como el sillín o los pedales.
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2. Atar bien la bicicleta
Este es un consejo que puede parecer simple y trivial, pero asegurar tu bicicleta no es suficiente. ¡Tienes que atarla bien!
La regla de oro: atar siempre al menos la rueda y el cuadro a un punto fijo si solo tienes un candado. ¡Incluso para una parada de unos segundos! Por “punto fijo” nos referimos a cualquier mobiliario urbano que sea lo suficientemente sólido como para no ser desmontado. Puede ser un aro, un parking de bicicleta, un poste… Si tienes la tentación de fijar tu bicicleta a un poste metálico o a un pequeño bolardo, pregúntate siempre si es posible quitar la bicicleta levantándola. Además, si no sabes qué rueda fijar al cuadro, opta por la rueda delantera. De hecho, la rueda trasera suele ser más difícil de desmontar y lleva más tiempo quitarla.
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En cualquier caso, recuerda que al estar mejor equipada y mejor aparcada que otras bicicletas, reduces mucho el riesgo de robo. Ya que el ladrón naturalmente se intentará robar la bici menos protegida. En cualquier caso, ¡nunca dejes tu bicicleta sin candado en la vía pública!
3. Elegir un buen lugar para aparcar la bici
Cuando dejas tu bicicleta para una parada rápida o por unas horas, la elección del lugar es fundamental.
En un lugar público, te recomendamos dejar la bici en lugares concurridos e iluminados. La apariencia de la gente no es tu enemiga, sino todo lo contrario. Cuantas más bicicletas estén a la vista y agrupadas, más probabilidades habrá de que alguien pille al ladrón en mitad de su trabajo. Por otro lado, una bicicleta escondida es un blanco más fácil para un ladrón, que podrá actuar con mayor discreción.
Por último, si puedes, evita dejar tu bicicleta aparcada en el mismo lugar durante más de 2 horas.
4. Aparca tu bicicleta en el interior tanto como sea posible
Cuando puedas, especialmente para paradas largas, elige un lugar privado y seguro. Trastero, garaje cerrado, sótano, cuarto de bicicletas, box para bicicletas, jaulas para bicicletas en la estación… para pasar la noche, es incluso imprescindible.
Incluso en interiores, ¡no olvides asegurar la bicicleta en un punto fijo con un candado! De hecho, en un lugar privado tendemos a pensar que allí la bicicleta estará completamente segura. Pero esto no es necesariamente así: la mitad de los robos de bicicletas se producen en locales privados cerrados. Dos protecciones son mejores que una.
5. Marca tu bicicleta
En Francia existe un sistema de código de identificación único para las bicicletas: el marcado Bicycode o la pegatina Paravol. Grabada o pegada directamente al cuadro de la bicicleta, el número registrado queda inscrito en un registro nacional. En caso de robo, permite a las autoridades identificar al propietario si se encuentra la bicicleta. Se estima que alrededor del 40% de las bicicletas marcadas como robadas se devuelven a su propietario.
Tener un número de identificación claramente visible también puede disuadir a los ladrones. Sobre todo porque será menos probable que la bicicleta sea revendida después del robo. El número, grabado en el metal de la bicicleta, no puede ser falsificado. Una bicicleta marcada es una bicicleta mejor protegida.
6. Elegir un seguro de bicicleta
Que sea dicho, el seguro de bicicleta no evitará que te roben la bicicleta. Pero le permitirá ser indemnizado en caso de robo.
La contratación de un seguro de bicicleta no es obligatoria para los ciclistas. Sin embargo, es recomendable, sobre todo si tienes bicicletas valiosas como una bicicleta eléctrica o una bicicleta de carretera o triatlón. Cada vez son más las aseguradoras que ofrecen esta opción en los contratos de riesgo de vivienda. Para conocer los términos y condiciones, contacta con tu corredor y no dudes en pedirle consejo.
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7. Optar por un servicio de alquiler de bicicletas
Última posibilidad para evitar el robo de tu bicicleta: recurrir al uso compartido de bicicletas. Económica, esta solución le evitará problemas de aparcamiento no seguro, ya que la bicicleta se puede dejar y recoger directamente en una terminal segura. Simplemente suscríbete al sistema de bicicletas compartidas de tu ciudad y recoge tu bici en la terminal más cercana. Solo necesitas tener un servicio y terminales cercanas.
Los servicios de alquiler de bicicletas a largo plazo también están creciendo cada vez más. Empresas privadas, iniciativas asociativas o, a veces, incluso servicios públicos, existen muchos modelos y fórmulas. Infórmate de las ofertas en tu ciudad. A cambio de unas decenas de euros al mes, se pone a tu disposición una bicicleta, clásica o eléctrica. Además del mantenimiento y reparación de la bici, el servicio te cubre en caso de robo. Una buena solución alternativa de bajo presupuesto para los ciclistas habituales que tienen demasiado miedo de que les roben la bicicleta.
Evidentemente, seguir todos estos consejos al pie de la letra no garantiza una seguridad absoluta. Un ladrón decidido conseguirá robar cualquier bicicleta, a pesar de tus mejores esfuerzos por protegerla. Sin embargo, hacer todo lo posible para proteger mejor tu bicicleta reduce considerablemente el riesgo.
Y si a pesar de todo eres víctima de un robo, no te quedes sin hacer nada. Denuncia el robo e indaga un poco por el mercado de compra-venta, ¡puede que la bici esté más cerca de lo que piensas!
Esperamos que estos breves consejos os ayuden a evitar el robo de vuestras bicicletas.